Cuando tenía todo encarrilado, el 36º Rallye Villa de Llanes se le torció de pronto a Alberto Hevia, ganador de las tres ediciones anteriores, en el tramo que inauguraba la sección vespertina.
Berti, el más rápido en tres de las cuatro especiales de la mañana, salía de la asistencia de mediodía con 51" de ventaja sobre el Porsche 911 GT3 de Sergio Vallejo. La situación parecía controlada por el asturiano.
Pero, en la primera pasada por La Tornería, cuando afrontaba ya la delicada bajada que da acceso a meta, perdió el control de su Skoda Fabia S2000 en la frenada de una horquilla a derechas, que presentaba sepiolita que habían echado los comisarios para tapar el agua del radiador que había arrojado al asfalto un vehículo de la organización que había sufrido un toque al pasar por esa zona.
El Skoda de Hevia quedó enganchado de costado con el borde del guardarraíl, con las ruedas delanteras sobre el asfalto y las traseras en la cuneta. Por más que aceleraba, el coche no avanzaba. Después de casi un minuto de maniobras, varios aficionados consiguieron devolver el Fabia S2000 del poleso a la carretera. Berti salió como una exhalación, con la adrenalina por las nubes por la tensión acumulada. Pero no pudo evitar dejarse 1´13" con Vallejo en meta, y, por ende, el liderato que había amasado durante la mañana.
Revista scratch
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